En el siglo XVI Santa Teresa de Jesús, quien nació en Ávila, en el hogar Cepeda y Aumada, renueva la herencia Carmelitana dando comienzo  a una vida nueva, fruto de su experiencia  espiritual,  en la que se funden  evangelio y humanismo, en la que particularmente son Cristo y la Iglesia el centro y criterio inspiradores de la vida.


Juan de Yepes nació en Fontiveros. Entró Carmelita en Medina del Campo y en 1567 fue ordenado sacerdote en Salamanca. En ese verano  se encontró  en Medina del  Campo  con la Madre Teresa de Jesús, invitandolo a la reforma de los Frailes Carmelitas.  Él nos enseña un camino de radicalidad, de entrega y crecimiento de vida íntegra hacia el monte de perfección, que es Cristo.
El Espiritu Santo suscitó en ellos esta obra para la Iglesia y el mundo.